Mahón Menorca 2017
Architect
Ignacio Romera & Jesús Cardona
Technical Architect
Juan Soria
Client
Parroquia de Santa María
Contractor
Hijos de Pedro Pons Olives
Photographer
Juan Carlos Quindós
Edificio
La Rectoría es un edificio catalogado construído en 1792, en un solar ocupado por 5 pequeñas casas de la antigua calle Sant Cristòfol (hoy Isabel II). El edificio sigue una tipología parecida a la de las nuevas construcciones alineadas que se levantaron en esa misma época y calle hasta el palacio del Gobernador Militar. La construcción de la Rectoría se inspiró en las últimas obras del ingeniero militar y arquitecto Francisco Fernández Angulo, fallecido en 1790, especialmente el Principal de Guardia que había proyectado cinco años antes. Es por este motivo que las cornisas y los arcos de las puertas de ambos edificios son idénticos. El edificio se caracteriza por su solidez y arquitectura armoniosa, con dos fachadas neoclásicas de marés visto y una tercera con balconada y vistas al puerto. Son notables la proporción y amplitud de los espacios y la noble austeridad de la decoración.
Estado previo de la cubierta
La cubierta a 3 aguas de la zona sur del edificio se encontraba en un avanzado estado de deterioro. La construcción original estaba realizada con teja árabe en seco sobre un entrevigado de tablones de pino de 1 cm de espesor. Vigas de diversas secciones, rectangulares y redondas, constituían la estructura, que a su vez descansaba sobre los muros de carga de marés y 3 cerchas, que cubrían las luces más grandes. El espacio bajo la cubierta es accesible, pero las cerchas y paredes de carga hastiales impiden el aprovechamiento de las estacias. Debido al mal estado de casi todos los elementos de madera, dañados por entradas de agua y con deformaciones importantes, se optó por la sustitución de la cubierta del espacio a rehabilitar.
Proyecto de la Nueva Cubierta
La cubierta debía mantener la geometría original por exigencias del catálogo de patrimonio histórico. Sobre este supuesto, se ha planteado la rehabilitación replicando el volumen y materiales originales, pero con planteamientos estructurales y constructivos diferentes.
Para poder aprovechar el espacio de la estancia bajo la cubierta, se prescinde de cerchas y se emplean jácenas de madera que salvan las mayores luces y permiten la circulación que antes las cerchas impedían. La disposición de las jácenas se ha establecido para minimizar luces y resolver el resto de estructura con correas de 10×10, muchas de ellas recuperadas de las secciones mayores de la estructura original. Sobre estas se atornillan tablas de pino sin cepillar, aislamiento térmico, barrera impermeable y teja árabe. Esta solución minimiza el peso del conjunto y permite que los muros de carga trabajen perfectamente sin necesidad de refuerzos ni cinturones.
El espacio se ilumina cenitalmente con tres claraboyas situadas sobre intersecciones de muros, que recogen luz de orientaciones diferentes y la introducen sutilmente en todos los ámbitos, bañando los muros, que actúan de pantallas difusoras.
En los muros de marés se han abierto huecos para comunicar las diferentes estancias. Se han mantenido en su estado original realizándose solo algunas reparaciones y rejuntados con mortero de cal hidráulica.
El pavimento empleado es un suelo continuo de enlucido de cal y marmolina. Los materiales utilizados son tradicionales, con un lenguaje contemporáneo, sin uso en ningún caso de cemento portland.